Viajar en tren desde Roma a Florencia
Si quieres viajar de Roma a Florencia, sin duda, la mejor alternativa es el tren. En el comparador virail encontrarás toda la información de horarios, precios y compañías que operan este trayecto.
También tenemos la alternativa más económica de tren convencional, que, por un precio más económico (en torno a veinte euros), une Roma con Florencia en tres horas y media.
En este trayecto, el tren también gana al avión. Aunque el vuelo dura cincuenta y cinco minutos, si sumamos los tiempos previos al embarque, la recogida de equipaje y otros trámites aeroportuarios, se incrementa notablemente las horas que tendríamos que invertir para este desplazamiento. Si a este inconveniente le sumamos el coste del vuelo (hasta 155 euros frente a los 37 euros que cuesta el billete de tren de alta velocidad), está clara cuál es la mejor opción.
En este tipo de trayectos de larga distancia entre grandes ciudades es donde el tren gana claramente a cualquier otro medio de transporte. Es mucho más cómodo y económico, evitamos esperas y tiempos muertos y llegamos a nuestro destino mucho más relajados que si lo hacemos en avión o automóvil.
Las compañías disponibles
Las compañías Trenitalia e Italo cubren la ruta con una amplia oferta de servicios diarios, tanto de alta velocidad como de trenes convencionales. En una hora y media, podemos viajar cómodamente desde Roma a la hermosa capital de la Toscana en tren de alta velocidad.También tenemos la alternativa más económica de tren convencional, que, por un precio más económico (en torno a veinte euros), une Roma con Florencia en tres horas y media.
¿Viajar en tren?
Viajar en tren es más rápido y cómodo que hacerlo en coche, porque evitamos el intenso tráfico rodado entre ambas ciudades. Si viajamos en coche, necesitamos invertir más de tres horas para recorrer los trescientos kilómetros que separan ambas ciudades. A ello tendríamos que sumarle el coste de combustible y peajes, lo que lo hace bastante más caro e incómodo que viajar en tren.En este trayecto, el tren también gana al avión. Aunque el vuelo dura cincuenta y cinco minutos, si sumamos los tiempos previos al embarque, la recogida de equipaje y otros trámites aeroportuarios, se incrementa notablemente las horas que tendríamos que invertir para este desplazamiento. Si a este inconveniente le sumamos el coste del vuelo (hasta 155 euros frente a los 37 euros que cuesta el billete de tren de alta velocidad), está clara cuál es la mejor opción.
En este tipo de trayectos de larga distancia entre grandes ciudades es donde el tren gana claramente a cualquier otro medio de transporte. Es mucho más cómodo y económico, evitamos esperas y tiempos muertos y llegamos a nuestro destino mucho más relajados que si lo hacemos en avión o automóvil.
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